domingo, 28 de octubre de 2012

Solaris

Nos internamos en el cosmos preparados para todo, es decir, para la soledad, la lucha, la fatiga y la muerte. Evitamos decirlo, por pudor, pero en algunos momentos pensamos muy bien de nosotros mismos. Y sin embargo, bien mirado, nuestro fervor es puro camelo. No queremos conquistar el cosmos, sólo queremos extender la tierra hasta los lindes del cosmos. Para nosotros, tal planeta es árido  como el Sáhara, tal otro glacial como el Polo Norte, un tercero lujurioso como la Amazonia. Somos humanitarios y caballerescos, no queremos someter a otras razas, queremos simplemente transmitirles nuestros valores y apoderarnos en cambio de un patrimonio ajeno. Nos consideramos los caballeros del Santo-Contacto. Es una mentira. No tenemos necesidad de otros mundos. Lo que necesitamos son espejos. No sabemos qué hacer con otros mundos. Un solo mundo, nuestro mundo, nos basta, pero no nos gusta cómo es. Buscamos una imagen ideal de nuestro propio mundo; partimos en busca de un planeta, de una civilización superior a la nuestra, pero desarrollada de acuerdo con un prototipo: nuestro pasado primitivo. Por otra parte, hay en nosotros algo que rechazamos; nos defendemos contra eso, y sin embargo subsiste, pues no dejamos la Tierra en un estado de prístina inocencia, no es sólo una estatua del Hombre-Héroe la que parte en vuelo. Nos posamos aquí tal como somos en realidad, y cuando la página se vuelve y nos revela otra realidad, esa parte que preferimos pasar en silencio, ya no estamos de acuerdo. 

Solaris
Stanislav Lem

2 comentarios:

  1. Genial reflexión, y un libro muy interesante, y las dos pelis que hicieron sobre él, me gustaron mucho ambas.
    Al decir lo de que buscamos una imagen ideal de nuestro propio mundo, me ha recordado a la idea de espejo de la película Another Earth, en la que se descubre otra Tierra. Es del año pasado, sino la has visto creo que te gustaría, es muy interesnate la historia y esa idea :)

    un besito!
    http://daughterofsohoriots.blogspot.com.es/

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  2. Yo no he visto la versión moderna, pero es imposible que me guste más que la de Tarkovski. Another Earth me pareció original e inquietante, pero no tanto como Melancolía. Me gustan ese tipo de pelis que proponen algo completamente diferente. Y que dan que pensar :)

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